ANOTACIONES
PARA JULIO 21, 2009:
1. ¡Atrévete a ser quien
eres! Ése es el único valor del ser auténtico y del auténtico ser.
2. El objetivo de la vida está
en encontrar su objetivo.
3. ¡Bienvenidos sean el
abismo de la desesperación y el ocaso de la ilusión porque de ahí nace la
esperanza del auténtico ser!
4. Lo cognoscible y lo
conocido quedan delimitados por lo incognoscible y por lo desconocido.
5. En la vida no hay
misterios, sólo principios sin comprender y el principio menos comprendido es
“la Verdad de lo Inescrutable:”
Distinguir entre lo
conocido y lo desconocido es de expertos y eruditos; pero discernir entre lo
cognoscible y lo incognoscible es de sabios e iluminados.
Iluminar el sendero tenebroso
hacia lo desconocido es de genios e intrépidos; pero contender los detalles de
lo inescrutable es de necios e ilusos.
6. El gran destino oculto
de su vida comienza con la maravilla de su próximo pensamiento.
ANOTACIONES
PARA JULIO 22, 2009:
7. El espíritu es la mente y el cuerpo en acción.
8.
El espíritu es aquel metal forjado entre el martillo de la voluntad, el yunque
del tiempo, y el fuego de la adversidad.
9. Mucho se puede aprender con el mito del
Minotauro de Creta: Nacemos en el laberinto de la vida, acosados por el
Minotauro de la condición existencial, y es ahí precisamente donde se
manifiestan los tres perversiones de la naturaleza humana: la ignorancia, la
arrogancia y la apatía. Somos demasiado ignorantes para reconocer la sabiduría
de Dédalo; demasiado arrogantes para aceptar la ayuda de Ariadna; y demasiado
apáticos para ser los héroes de nuestra propia existencia y acabar con nuestro Minotauro
interior.
10.
Mente de agua; voluntad de acero: ¿Hay algún misterio para el auténtico
guerrero?
11.
La gran tragedia del ser humano no es la muerte, sino que enfrentados con la
misma la inmensa mayoría se darán cuenta de que vivieron una vida innegablemente
desperdiciada.
12.
Las mejores lecciones de la tradición bíblica se pueden resumir en dos
enseñanzas: la parábola de los talentos y de la parábola del buen samaritano. La
primera concuerda con la doctrina de kaizen: una disciplina de
auto-exigencia y constante superación. La segunda coincide con el Código de la
Sociedad del Dragón:
¿Si
yo no soy para mí, quién será?
¿Si
soy sólo para mí, qué soy?
¿Si
no ahora, cuándo?
¿Si
no yo, quién?
¿Si
no aquí, dónde?
Lo
demás es verboso comentario.
13.
El ojo que se ve
La espada que se corta.
No preciso escudo.
14.
El necio escucha las enseñanzas del maestro pero sólo oye palabras.
ANOTACIONES
PARA JULIO 23, 2009:
15.
El mundo no está en crisis; el ser humano está en crisis, una crisis de
identidad. La identidad nos dicta los objetivos hacia los que nos debemos
esforzar, y los principios determinan los pasos que nos debemos permitimos para
lograr los objetivos. ¿Queda algo por decir?
16.
De ti, exige la perfección, pero confórmate con la excelencia; exige lo
imposible, pero confórmate con lo increíble. De los demás, reconoce la
excelencia, y dispensa compasión. (De “The Masters Log,” de J. A.
Overton-Guerra.)
16.
No hay problemas sociales que no radiquen en la familia.
Cuando
el padre sepa ser padre, y la madre lo permita;
Cuando
la madre sepa ser madre, y el padre lo respete;
Cuando
los hijos se críen por el camino de la rectitud y de la disciplina, entonces
por vergüenza y por honor, por respeto y por dignidad, todos sabrán quienes son
y cuál es su recto proceder.
17.
Las lecciones más importantes de la vida son aprendidas mucho después de ser
impartidas.
18.
La luz de la excelencia no debería brillar caóticamente en las tinieblas de la
mediocridad sino que debería relucir con consistencia regular en nuestras
vidas: “¡Un dedo no hace una mano, ni una golondrina un verano!”
19.
Decir que quieren conocer al hombre detrás de “Shodai” es como decir que
quieren conocer el bosque detrás de los árboles. ¡Imposible responder!
20.
Cuando logren emprender la batalla cómo si el mismo universo precisara la
victoria, aún sabiendo que la derrota es inevitable, comenzarán a concebir las
paradojas de la intención iluminada.
21.
La “paradoja del momento” consiste en estar satisfecho con uno mismo, con quien
eres y con lo que representas, mientras que por otra parte te dedicas a cada
instante a tu perfección.
22.
Mastering the Art of Mind and Body in Action – MAMBA – representa simplemente
el programa más detallado y completo para el desarrollo integral de ser humano
en existencia. ¡No me extraña que tengamos tan poco adeptos!
23.
Nada se puede decir – o hacer – por la persona que desperdicia su tiempo. La
vida consiste en unidades de tiempo, en un flujo inexorable de momentos
presentes. No preguntarse a cada momento, “¿Cuál es el recto proceder? ¿Qué
debo hacer ahora con mi tiempo?” es como decir, “Mi vida no vale la pena
vivirla.”
24.
La enseñanza espiritual solamente se transmite con la experiencia del
discípulo.
25.
El “Gran Entendimiento:”
No
tengo futuro ni pasado, hago de mi Visión mi futuro y mi pasado.
No
tengo tiempo, hago del inexorable momento mí tiempo.
No
tengo estrategia, hago del Tao de mi enemigo mi estrategia.
No
tengo enemigos: la ignorancia, la apatía y la soberbia son mis enemigos.
No
tengo cuerpo, hago de las Cinco Esferas mi cuerpo.
No
tengo espíritu, hago de mi cuerpo y de mi mente en acción mi espíritu.
No
tengo mente, hago del agua y de la luna mi mente.
No
tengo ser; hago del Tao de MAMBA y de mi disciplina mi ser.
No
tengo religión; hago de mi compasión mi religión.
No
tengo victoria, hago de la abnegación total mi victoria.
No
tengo derrota, hago de mi gran ocaso mi derrota.
No
tengo guerra, hago la condición existencial mi guerra.
No
tengo paz, hago de la Misión la paz.
No
tengo inspiración, hago de la perseverancia mi inspiración.
No
tengo ilusión, hago de mi Iluminación mi ilusión.
No
tengo intención, hago de mi deber mi intención.
No
tengo principio: de la nada vengo y a la nada voy; la nada es mi esencia y mi
destino;
No
tengo fin: del Tao vengo y al Tao voy; hago del Tao mi esencia y mi destino.
El
ojo que se ve; el filo que se corta: No preciso escudo.
La
Oración del Guerrero Iluminado.
ANOTACIONES
PARA JULIO 24, 2009:
26. La verdadera maestría
está en la simplicidad, en lograr tomar un concepto complejo, y teniendo en
cuenta las limitaciones de lo inefable – de lo que se tiene que experimentar
para comprender – lograr presentarlo en términos simples.
27. La esencia de la
condición existencial humana es nuestro estado de enajenamiento y alienación: enajenamiento
y alienación de la naturaleza; enajenamiento y alienación de otros seres
humanos; y pero aun, enajenamiento y alienación de nosotros mismos. El sendero
del guerrero iluminado es el camino a la integración con uno mismo, con el
prójimo, y con el universo entero.
28.
Cuanto mayor es nuestro conocimiento, mayor conciencia tenemos de nuestra ignorancia;
eso da pie al adagio: ¡cuanto mayor
conocimiento mayor es mi ignorancia!
29. Para la estructura de
cualquier organización humana, especialmente la familia, es imprescindible
reparar en los múltiples e interrelacionados significados de la palabra
‘orden:’
mando
|
método
|
normalidad
|
comunidad
|
ley
|
sistema
|
armonía
|
cofradía
|
ordenanza
|
disciplina
|
paz
|
hermandad
|
decisión
|
clasificación
|
seguridad
|
jerarquía
|
Para que exista una comunidad en paz y armonía,
donde exista seguridad,
precisamos de una jerarquía de
mando que imponga un sistema de disciplina que se imparta con decisión. Es decir, para que haya orden precisamos de órdenes.
30. Convendría a los papás
y a las mamás aprender que para que exista orden
en sus familias tienen que saber ordenar
– dar ordenes e imponer orden.
31. Lo contrario de
‘orden’ es: tumulto, indisciplina, desconcierto, confusión, disfunción, desorganización,
e indisciplina; es decir, lo
que reina en la típica familia occidental.
32. Todos sabemos que el
orden es imprescindible para el progreso de cualquier organización social, ya
sea laboral, religiosa, deportiva, política, académica, etc. Lo fascinante es
que tantos padres y madres sean incapaces de reconocer la necesidad del orden
en la organización más importante tanto para el desarrollo y la formación del
individual como para la estabilidad de la sociedad: la familia. ¿Y aun nos preguntamos por qué nuestras
sociedades son tan decadentes?
Anotaciones para julio 25,
2009:
33. Cada vez tengo menos
que opinar sobre las cuestiones ‘esotéricas’ o supernaturales, es decir, que si
hay un Dios, o muchos; que si hay vida después de la muerte, reencarnación o un
disolución total de la consciencia; que si hay duendes, fantasmas, espíritus
desencarnados, demonios, ángeles, santos o extraterrestres; o en el horóscopo,
la lectura de la palma, o en el Feng shui; o que si estamos predestinados o
existe el libre-albedrío.
Las filas de miserables, infelices, desdichados,
deprimidos, y ansiosos del mundo están repletas de tanto de creyentes un ningún
dios, en uno, o en mil; de los que creen en la reencarnación, la resurrección,
o en la ‘nada’; de los que creen en demonios, santos, duendes, fantasmas, etc.,
y de nos que no creen en demonios, santos, duendes, fantasmas, etc.
Al final de cuentas estas cuestiones esotéricas no tienen
nada que ver con la paz y armonía mental a la que aspiramos todos; eso
solamente lo podemos lograr con esfuerzo y conocimiento individual: nada ni
nadie nos lo puede conceder, nada ni nadie lo puede lograr por nosotros.
34. Todos tenemos derecho
a nuestras propias creencias religiosas, espirituales, o sobrenaturales. Lo
lamentable es que la inmensa mayoría forman y afirman sus creencias en la
ausencia de verdadero conocimiento basado en estudios acreditados, creando así
una relación estrecha entre la fe y la ignorancia.
35. Hay una gran
ignorancia en cuanto a en qué consiste la verdadera fe. La verdadera fe no
precisa de ignorancia, no teme el conocimiento. Al fin y al cabo la fe es la
creencia a pesar del conocimiento que aboga lo contrario. Si de verdad hubiera
evidencia de la existencia de Dios, la fe en Dios no tendría ni valor ni
merito.
36. No es posible conocer
lo uno sin experimentar lo múltiple. ¿Cómo voy a saber si un plátano sabe bien
o mal, mejor o peor, si es la única fruta que he probado?
37. Como profesor de la
psicología de las religiones del mundo me resultan menos importantes las
preguntas sobre la existencia de los dioses que entender por qué los seres
humanos se hacen tales preguntas de por sí. Es decir, lo importante no es tanto
la cuestión de la existencia de los dioses, sino la cuestión de por qué a
tantos les resulta importante su existencia.
38. Muchas religiones del
mundo se contradicen en aspectos de crítica importancia; además, en la mayoría
de los casos la evidencia que ofrecen en apoyo de sus argumentos no consiste en
evidencia ‘objetiva’ sino en artículos de fe.
Ni siquiera se puede concluir definitivamente como se
define la palabra ‘religión’ de forma que se aplique imparcialmente al
Catolicismo, al Protestantismo, al Islam, al Judaísmo, a todas las modalidades
y vertientes del Budismo (algunas de las cuales son ateas), al Taoísmo, al
Confucionismo (que para muchos eruditos no es una religión sino una filosofía
social), al Shinto, al Chamanismo, a la Santería, al Vodú, etc., etc. Es decir,
la palabra ‘religión’ de por sí desafía definición escueta.
Como consecuencia, después de años de estudio y de
enseñanza sobre diversos aspectos de las religiones del mundo, sus historias, sus
procesos evolutivos; sus comparaciones; sus ritos, creencias, principios y escrituras;
lo único que puedo concluir con absoluta certeza es que el ser humano precisa,
por naturaleza, de algo que venimos a llamar ‘religión,’ o ‘espiritualidad, o
lo que podríamos denominar creencias trascendentales.
Por otra parte, las investigaciones sobre la relación
entre el cerebro y la mente demuestran, a ciencia cierta, de que la mente – y
todo los procesos mentales asociados como nuestra emociones, pensamientos, imágenes,
etc. – es el resultado de procesos biológicos de nuestro cerebro. Este es el postulado
fundamental de las neurociencias cognitivas.
Podemos concluir lógicamente, basado en las
conclusiones de los postulados anteriores, que el cerebro humano es tanto el
órgano de la mente como el órgano de la trascendencia espiritual. Somos seres ‘espirituales’
y ‘religiosos’ por biología.
39. La división tripartita
entre las emociones (o el ‘corazón’), los estados mentales (o la ‘mente’), y el
estado de ánimo (o el ‘espíritu’) que dominan el pensamiento (popular)
occidental es plenamente arbitraria. Esta división se basa completamente en
superstición y en tradiciones que predatan hasta el cristianismo – aunque el
cristianismo es la tradición más responsable por su propagación en el mundo
occidental. Esta división tripartita
emoción, mente, espíritu, no solamente está sin fundamento biológico sino que
desafía todos los estudios de la biología, de la psicobiología, de la medicina,
de la psiquiatría, y de las neurociencias y disciplinas asociadas: es decir,
toda disciplina que estudie el cuerpo y la mente de forma objetiva y racional.
La mente, las emociones, el ‘espíritu’ y el cuerpo
son meramente aspectos íntegros y indistintos de un ‘todo’ completo que es la
persona; cualquier sistema que promueva el desarrollo del individuo – o su
tratamiento físico, mental, emocional, o espiritual – no puede dejar de aceptar
esta realidad o resultará en un programa de desarrollo o tratamiento incompleto,
ineficaz, o incluso contraproducente. No se puede ‘tratar’ al ser humano sin
tener en cuenta que tiene una dimensión física, una faceta racional (o
‘mental’), un aspecto emocional, y un lado espiritual; y lo que es más, no es
posible, ni recomendable, tratar de distinguir donde comienza una de estas
manifestaciones y terminan las demás. Somos seres integrales.
No obstante, esta percepción dividida y errónea del
ser humano que domina el pensamiento occidental, ponen a todas las disciplinas
de autorrealización y tratamiento (psicológico, conductual, medico, etc.) en
tremenda desventaja con respecto a las tradiciones del extremo oriente como el
yoga, el Zen, o las artes marciales, que por convenio cultural, no hacen tales
divisiones ni distinciones entres los componentes del ser humano; parten ya
desde una premisa del ser humano como entidad integral en todos estos aspectos.
La tradición occidental está en tremenda desventaja aquí
para formular cualquier tratamiento del individuo. Tenemos doctores o médicos
para tratar las aflicciones físicas del cuerpo; psicólogos y psiquiatras para
tratar los problemas de la mente y de las emociones; y sacerdotes, reverendos o
consejeros espirituales para tratar el ‘espíritu,’ pero, ¿quién trata a la
entidad completa del ser?